diciembre 15, 2009

Drowning Towers, y la Irreversibilidad

...y me quedé plantada como una tonta, hundida en el agua hasta las rodillas, perpleja ante la implícita aceptación de las cosas tal como eran. No sé el tiempo que pasé allí, helada bajo el cálido sol, obsesionada por mi ignorancia del mundo del desastre sin fin. Una vocecita susurraba insistentemente en el fondo de mi conciencia que, mientras el nivel de los voraces océanos subiera año tras año, la verdadera catástrofe todavía estaba por llegar. Y más allá oía asimismo la cobarde plegaria de la humanidad de todas las épocas:
–Por favor, no en mi tiempo.
(Alison Conway, años 2044–2047)
pequeño fragmento de "The Sea and the Summer", por George Turner.


Edit 19/12
Y terminó la cumbre en Copenhagen, sin ningún avance importante en algún tipo de acuerdo, pero por sobre todo sin ningún cambio de mentalidad de los "líderes", que siguen estableciendo mal las prioridades e ignorando a los científicos y los hechos que presentan con sus pobres mentes acostumbradas sólo al orden socioeconómico y político, en parte a los desórdenes educativos de los que todos los países del mundo sufren (nuevamente, es un problema de prioridades, no entiendo como la mayor parte del mundo no lo entiende, y sinceramente, me dan ganas de llorar. Sigan estudiando abogacía chicos, que así nos va a ir.)... tal como lo retratan las discusiones sin argumentos válidos por parte de los políticos en "El día despuésde mañana", tal como lo retrata la congoja que nos transmite Thom, tal como, con sus pies sumergidos en el destino, Alison Conway reflexiona sobre "la cobarde plegaria de la humanidad". Hemos sido advertidos, y hacemos caso omiso. Pronto pagaremos el muy alto precio, caminando hacia cambios irreversibles y hacia una autodestrucción casi certera.

diciembre 01, 2009

Blackout, o... Revelaciones

A veces, mi cuerpo da cuenta de la falta de oxígeno. Las pobres moléculas de hemoglobina no avanzan lo suficientemente rápido por el torrente sanguíneo para satisfacer las necesidades del mismo, a causa de una disminución en la presión cardíaca. Irónicamente, pensar en el plasma sanguíneo acentúa el efecto. Por suerte, con el tiempo (y algunas experiencias no gratas), aprendí a anticipar el efecto y tomar las precauciones necesarias. Hoy volvió a suceder, y fue horroroso, pero al mismo tiempo, revelador. Una vez más, me sentí fuera de este mundo, estaba en la nada misma. El hecho de recuperar la conciencia parece casi milagroso. Me pregunto si las personas en coma sentirán eso mismo, o simplemente despertarán de un sueño "normal". Sin embargo, hoy fue distinto, hoy se prolongó durante más tiempo, es decir, no lograba estabilizar la presión, y estuve más tiempo en esa "región" en la que no siento nada, ni puedo moverme, pero aún así puedo pensar vagamente. Se siente de lo más extraño, peor que en la pérdida de conciencia misma. Todavía me duele la cabeza... Digo que el fenómeno es revelador porque activa horas y horas de posterior trabajo mental en el que sorpresivamente veo todo mucho más claro, como cuando pasa algo terrible. Ahora voy a desarrollar esa idea... Por otro lado, en relación a la salud, no hay tanto de qué preocuparse (simplemente porque no hay nada que hacer, ya me lo han dicho), hay que ser optimista. Todo bajo control.

La cuestión es... ¿Por qué a veces perdemos de vista la importancia de ciertas cosas? La pregunta "¿Qué es lo más importante?" o su equivalente en cada caso es, creo yo, lo más importante, ya que si nos la hacemos reducimos en mucho la estúpida posibilidad de asignar falsas prioridades ante una determinada situación; error que (y este es el eje de la cuestión) lamentablemente, a veces es irreversible (sí, aprenderás, ¿pero a qué costo?). Sé que esto suena idiota, pero como personas que somos a veces necesitamos que nos lo recuerden. Es decir, esto es implícito, sin embargo la fatal pérdida de criterio puede suceder, y de hecho, sucede. Errare humanum est. Sí, este es el tipo de pensamientos que cruzan nuestra mente cuando una tragedia está a punto de suceder y uno lo sabe, o ya ha sucedido, o se está en una situación muy crítica... Lamentablemente me ha pasado muchas veces este año, pero lo que quería remarcar es que también pienso en todo esto cuando ocurre todo lo citado más arriba. Es, en cierto modo, extraño e interesante al mismo tiempo.

Summer

El fresco aire campestre llena mis pulmones. Una conocida lechuza blanca manifiesta su presencia, allá a lo lejos, en el monte. Mi cerebro se entumece; yazco bajo un efecto hipnótico al ver bailar sombras difusas y brillantes rayos de Sol sobre el texto que ya no leo tan atentamente. Su armonioso, aleatorio movimiento es causado por esa magnífica brisa que produce aquel sonido tan relajante al interactuar con las copas de los árboles. El crepitar del fuego cercano me brinda tranquilidad, en este contexto es el símbolo de que todo va a estar bien. Con la mirada perdida, el resto de mis sentidos se agudizan, van en aumento. Recuerdos se arremolinan en el vacío, como una sucesión de ideas llenas de sonidos y colores... Para luego bruscamente perder cualquier tipo de sensación: por una fracción de segundo, siento que mi mente abandona mi cuerpo, haciéndose uno con el Universo circundante...