diciembre 01, 2009

Summer

El fresco aire campestre llena mis pulmones. Una conocida lechuza blanca manifiesta su presencia, allá a lo lejos, en el monte. Mi cerebro se entumece; yazco bajo un efecto hipnótico al ver bailar sombras difusas y brillantes rayos de Sol sobre el texto que ya no leo tan atentamente. Su armonioso, aleatorio movimiento es causado por esa magnífica brisa que produce aquel sonido tan relajante al interactuar con las copas de los árboles. El crepitar del fuego cercano me brinda tranquilidad, en este contexto es el símbolo de que todo va a estar bien. Con la mirada perdida, el resto de mis sentidos se agudizan, van en aumento. Recuerdos se arremolinan en el vacío, como una sucesión de ideas llenas de sonidos y colores... Para luego bruscamente perder cualquier tipo de sensación: por una fracción de segundo, siento que mi mente abandona mi cuerpo, haciéndose uno con el Universo circundante...

1 comentario:

  1. Me encantó el texto :) Y me alegra mucho que compartamos el mismo placer por Sigur Rós. Es increible cómo Heima logró recrear en mi mente paisajes tan hermosos...me muero de ganas por conocer Islandia!

    Saludos desde lejos! Nos mantenemos en contacto.

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